lunes, 20 de septiembre de 2010

 Zona Segura
Para poder realizar  correctamente los primeros auxilios, tome en cuenta lo siguiente:
Solicite permiso al paciente para ayudar, con objeto de brindar seguridad; si está inconsciente debe acercarse hablándole fuerte y moviéndolo con cuidado en caso de que sea sordo.
Actúe con seguridad: si tiene dudas mejor no haga nada. Es probable que el auxilio que preste no sea el adecuado y que contribuya a agravar el problema.
Conserve la tranquilidad para actuar con serenidad y rapidez, lo que da confianza al lesionado y a sus acompañantes. Su actitud puede evitar que los heridos caigan en estados de pánico.
En ningún momento deje sola a la víctima; si usted está solo, solicite la ayuda necesaria o bien active el sistema de urgencias médicas.
Efectúe una revisión de la víctima para descubrir lesiones distintas a la que motivó su atención y que no pueden ser manifestadas tanto por el afectado como por sus acompañantes.
Una persona con heridas graves puede presentar diversas fracturas que muchas veces no son atendidas por ser más visibles otro tipo de trastornos como las quemaduras.
Recomendaciones

Piense en lo que ocurriría si usted llega a un lugar donde le dicen que un alumno se ha caído por la escalera. Pide una ambulancia e inicia la atención del paciente. Quince minutos después le avisan que unos metros más allá hay otro niño lesionado también por la misma causa. Se entera entonces que desde el principio los lesionados eran dos y que el segundo estaba más grave, ya que se ha golpeado la cabeza: no respira y no tiene pulso desde hace 5 minutos, mientras el que usted atiende sólo tenía heridas leves.

Por tal motivo, antes que nada, es necesario evaluar la escena del accidente. Para esto existen tres reglas básicas:

Verificar la seguridad
Obtener datos acerca del mecanismo de la lesión
Enterarse del número de lesionados

Seguridad.

Es preciso buscar primero la seguridad propia: los héroes muertos no pueden salvar vidas. Lo que debemos cuidar, en primer lugar, es no convertirnos en víctimas. Por ende debemos:

Cuidar la seguridad de los que, como nosotros, prestan su ayuda
Cuidar la seguridad del paciente
Cuidar incluso la seguridad de los mirones
                                            
                                                                                                        

No hay comentarios:

Publicar un comentario